En la presentación de su autobiografía, el crack sueco recordó los momentos más duros de su vida; "Robé muchas bicicletas, también autos; era como vivíamos", reveló
31 de Enero de 2013 - 01:41
PARIS.- Zlatan Ibrahimovic refleja la imagen de un hombre triunfador. Con su calidad como bandera, regala toques mágicos en cada cancha que pisa. Con cualquier camiseta que vista, se destaca muy por encima de la media. La definición de crack le queda pintada.
Pero detrás de este hombre triunfador, se esconde una vida marcada por el dolor. Con una madre divorciada y un padre afectado por la guerra de Bosnia y el alcohol, Zlatan creció en el seno de una familia afectada por la pobreza. "No tenía hambre, tenía mucha hambre", recuerda el delantero de París Saint Germain.
Zlatan, un chico malo | Archivo
Esos años de sufrimiento lo marcaron mucho a Ibra, al punto reconocer que lo único que le pidió a su esposa es que la heladera siempre estuviera llena para sus hijos.
Ibrahimovic se crió en un olvidado barrio de Malmo, Suecia, donde "violar la ley" era una forma de diversión. "Robé muchas bicicletas. También robábamos coches. Era como vivíamos. Hacíamos esas cosas por la adrenalina, la motivación. Vengo de Rosengrd. En Suecia se considera un gueto, pero para mí era un paraíso. Crecí allí y tenía muchos amigos", dijo.
"No soy un bad boy (chico malo). Soy normal. Los demás piensan que soy un bad boy. Me gusta. Me gusta tener esta imagen. Prefiero eso a ser perfecto. Para mí, nadie es perfecto", explica el delantero.
Por último, confiesa: "Mi vida también es hermosa. Estoy en una posición en la que muchos querrían estar, pero a fuerza de mucho trabajo".
La presentación de su autobiografía en París. El futbolista, que se citó con los medios con motivo de la publicación en Francia de su autobiografía, efectuó estas declaraciones mientras repasaba algunos de los capítulos del libro, que se editó por primera vez en 2011 y que en Suecia ha vendido más de 700.000 ejemplares.
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