A CRISTIANO LE MOLESTARON LAS CRÍTICAS DEL TÉCNICO LUSO
Martes, 15 de enero de 2013, 23.00 horas. Estadio Santiago Bernabéu, vestuario local. El Real Madrid acaba de ganar 2-0 al Valencia en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey en un partido con mejor resultado que lustre futbolístico. Los jugadores se felicitan y lo celebran. Saben que la mitad del trabajo está hecho.
Mourinho, como siempre, está esperando a sus jugadores dentro de la caseta.
Palmadas y parabienes varios. Saluda a sus jugadores, pero al llegar a Cristiano se dirige a él. Al técnico no le ha gustado el último tramo de partido que ha hecho su gran estrella y se lo dice a la cara. "En los últimos 15 minutos te has escondido, Cris. Joao Pereira estaba desequilibrando por la banda derecha", le suelta Mou.
Palmadas y parabienes varios. Saluda a sus jugadores, pero al llegar a Cristiano se dirige a él. Al técnico no le ha gustado el último tramo de partido que ha hecho su gran estrella y se lo dice a la cara. "En los últimos 15 minutos te has escondido, Cris. Joao Pereira estaba desequilibrando por la banda derecha", le suelta Mou.
"En los últimos 15 minutos te has escondido, Cris"
Cristiano mira a su entrenador y no da crédito a lo que está escuchando, pero el técnico aún no ha terminado: "Sabes que en estos partidos de eliminatoria un gol vale mucho. Hay que trabajar hasta el final".
Mourinho también le recrimina a Ronaldo que sacase precipitadamente un fuera de banda un minuto antes del final, con el resultado de que el Valencia recuperara el balón y terminara el encuentro con un contragolpe.
Cristiano contesta
Ronaldo niega con la cabeza y contesta a Mourinho delante de sus compañeros: "Yo doy la vida por ti, no eres justo al criticarme". El tono es más elevado de lo normal, porque a Cristiano le duelen las palabras de su técnico, pero no es agresivo. Nadie se agarra con nadie y nadie tiene que separar a nadie.
Ronaldo niega con la cabeza y contesta a Mourinho delante de sus compañeros: "Yo doy la vida por ti, no eres justo al criticarme". El tono es más elevado de lo normal, porque a Cristiano le duelen las palabras de su técnico, pero no es agresivo. Nadie se agarra con nadie y nadie tiene que separar a nadie.
"Yo doy la vida por ti, no eres justo al criticarme"
Florentino aún no ha llegado al vestuario, aunque se entera del rifirrafe unos minutos después por boca de uno de los empleados que sí estaba en la caseta. Ni el presidente ni ningún otro directivo presencia la escena. Sólo están los que el técnico denomina como "familia": jugadores, técnicos y algunos empleados del club que trabajan a diario con el primer equipo.
El incidente se queda ahí. No va a intervenir el club ni va a haber sanción en virtud del régimen interno. Mourinho le resta importancia a las palabras de Ronaldo, le disculpa porque sabe que estaba caliente y que había tenido dos ocasiones para sentenciar la eliminatoria y "nadie es más exigente consigo mismo que Cristiano".
Mourinho no tiene ninguna duda del sacrificio y del compromiso de Cristiano y califica lo que ocurrió el pasado martes en el vestuario del Bernabéu como "una cosa de niños", más aún comparada con otras situaciones de verdadera tensión que se han vivido en el vestuario del Madrid en esta misma temporada y que se producen en todos los vestuarios del mundo.
Mourinho califica lo que ocurrió como "una cosa de niños"
Menos yo y más nosotros
Eso sí, al técnico portugués empiezan a cansarle determinado tipo de actitudes de algunos de sus futbolistas en los que ve un exceso de ego en detrimento del interés común del equipo. Mourinho está harto de que algunos de sus futbolistas no encajen las críticas, que tengan siempre una excusa, que siempre rebatan todo. No lo dice sólo por Cristiano, sino por muchos jugadores, sobre todo los pesos pesados del vestuario.
Eso sí, al técnico portugués empiezan a cansarle determinado tipo de actitudes de algunos de sus futbolistas en los que ve un exceso de ego en detrimento del interés común del equipo. Mourinho está harto de que algunos de sus futbolistas no encajen las críticas, que tengan siempre una excusa, que siempre rebatan todo. No lo dice sólo por Cristiano, sino por muchos jugadores, sobre todo los pesos pesados del vestuario.
Su rifirrafe con Ronaldo no es ni mucho menos el primero con un jugador esta temporada. A Ramos y a Özil les recetó medicina de banquillo ante el City después de que ambos no estuvieran centrados en el partido ante el Sevilla. En aquella rueda de prensa, el técnico dijo que algunos de sus jugadores no tenían la cabeza en el fútbol.
Vino después el caso Casillas, a quien mandó al banquillo sin que le temblara el pulso. También ha tenido encontronazos con dos futbolistas que llegaron al Madrid gracias a su insistencia: Di María y Coentrao. Al argentino le dijo en Pamplona: "Cuando cobrabas poco dinero jugabas mucho, ahora no juegas nada". A su compatriota le ha tenido castigado por sus actos de indisciplina y ha pedido para él la sanción más alta del régimen interno.
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