IKER Y RAMOS TRASLADAN AL PRESIDENTE LA UNIÓN DEL VESTUARIO... SIN EL TÉCNICO
Martes, 22 de enero de 2013, pasadas las 14.00 horas. Sede central de ACS en la Avenida de Pío XII, 102, Madrid. En la sala de reuniones de la sexta planta, con las cuatro torres de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid como telón de fondo tras el inmenso ventanal, cuatro comensales se reúnen en torno a la mesa central: Florentino Pérez, José Ángel Sánchez, Iker Casillas y Sergio Ramos. Dicho de otro modo, el presidente, el director general y los dos capitanes del Real Madrid.
Sobre el mantel, además de las viandas, en teoría hay un único punto en el orden del día: acordar las primas de la temporada. La comida transcurre en un tono cordial. Tanto Iker como Ramos son veteranos en estas reuniones con el presidente y saben que es un negociador duro pero justo. El acuerdo por las primas se zanja rápido y con novedad: 10 millones para repartir entre toda la plantilla por ganar la Champions.
Iker y Ramos trasladan al presidente la unión del vestuario... sin el entrenador
Arreglada la cuestión crematística, los cuatro comensales empiezan a hablar de fútbol, de cómo cambió el equipo en el partido del domingo en Mestalla y de las opciones que tienen de conseguir títulos esta temporada. El presidente felicita a los capitanes por la exhibición de Valencia y les anima a pelear hasta el final por todos los títulos, incluida la Liga.
Los capitanes le transmiten a Florentino su compromiso absoluto con la institución en nombre de toda la plantilla. Le cuentan que han hablado en la caseta y que están más unidos que nunca. No hay grupos, ni clanes, ni futbolistas que remen en solitario: van todos a una. Eso sí, sin el entrenador ni el cuerpo técnico.
Es una unión sólo de la plantilla. Nada más y nada menos. Los capitanes le dicen al presidente que harán todo lo posible por encarar cada partido que resta de aquí a final de temporada como si fuera el último, que lo del domingo en Mestalla no será un accidente, sino un punto de inflexión.
La conversación deriva hacia el futuro y es ahí donde Casillas y Ramos le cuentan al presidente el sentir de la plantilla: si Mourinho continuara en el banquillo del Real Madrid la próxima temporada, varios jugadores de los más importantes del actual equipo han decidido pedir al club que escuche ofertas por ellos.
Órdago de los capitanes
Silencio. Es un órdago en toda regla, un "o Mourinho o nosotros", aunque Iker y Sergio saben que Florentino agradece su sinceridad y que, en el fondo, el presidente está más cerca de la plantilla que del entrenador. Por mucho que tanto los jugadores como el propio Florentino reconozcan que es el mejor entrenador que jamás han tenido en el Madrid.
Silencio. Es un órdago en toda regla, un "o Mourinho o nosotros", aunque Iker y Sergio saben que Florentino agradece su sinceridad y que, en el fondo, el presidente está más cerca de la plantilla que del entrenador. Por mucho que tanto los jugadores como el propio Florentino reconozcan que es el mejor entrenador que jamás han tenido en el Madrid.
Según lo que le transmiten los capitanes al presidente, no se trataría de un par de futbolistas descontentos por no jugar los que pedirían ser traspasados si Mourinho siguiera. Se trata de jugadores importantes, titulares, a los que no les faltarían ofertas de los grandes clubes europeos si el Madrid los pusiera en el mercado este verano. No dan nombres. Tampoco hace falta.
Las palabras de los capitanes no sorprenden al presidente, que es perfectamente consciente de que la relación entre la plantilla y Mourinho se ha ido deteriorando esta temporada por una interminable sucesión de roces y enfrentamientos propios del desgaste de una relación difícil que, en muchos casos, ya dura tres años.
El desgaste de Mou
Aunque Mourinho ha mantenido rifirrafes con futbolistas desde su llegada al Real Madrid, igual que los tiene cualquier entrenador de cualquier equipo del mundo, esta temporada la sucesión de enfrentamientos con los futbolistas ha llevado al vestuario al punto de ebullición. Son muchos los jugadores que no están dispuestos a vivir otra temporada más bajo el nivel de tensión que les impone Mourinho.
Aunque Mourinho ha mantenido rifirrafes con futbolistas desde su llegada al Real Madrid, igual que los tiene cualquier entrenador de cualquier equipo del mundo, esta temporada la sucesión de enfrentamientos con los futbolistas ha llevado al vestuario al punto de ebullición. Son muchos los jugadores que no están dispuestos a vivir otra temporada más bajo el nivel de tensión que les impone Mourinho.
Los jugadores dan por hecho que el técnico no seguirá la próxima temporada
Sólo a lo largo de esta temporada Mou ha tenido problemas -o disfunciones- con Ramos y Özil -castigados con el banquillo ante el City tras el encuentro del Pizjuán-, con Casillas -suplente en Málaga por un presunto bajo estado de forma-, con Coentrao por varias faltas disciplinarias, con Pepe por operarse tras el parón navideño y no durante el mismo, con Di María -al que acusó de bajo rendimiento tras renovar- y hasta con Cristiano en el vestuario del Bernabéu al final de la ida de Copa ante el Valencia. Eso, aparte de los duros ataques a todo el vestuario de los primeros partidos de Liga.
Desde el choque ante el Málaga y el parón, Mourinho no es el mismo. Se ha distanciado de sus futbolistas y ya no habla con ellos como el año pasado. Es un Mou resignado a que sus jugadores ya no mueran por él como antes. Sabe que son profesionales y darán todo por el Madrid, pero también que su mensaje ya no les cala.
Florentino, por su parte, ejerció de oyente y tomó nota de la cruda situación que le expusieron los capitanes, que hablaban en nombre de todo el vestuario. Pero no les desveló en esa comida si José Mourinho seguirá o no la próxima temporada. Los futbolistas dan por descontado que no.
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