El ex capitán de los All Blacks pasó por la Argentina y dio lecciones sobre el deporte y la vida; su negocio con los helicópteros
Por Alejo Miranda | Para canchallena.com
Aun alejado de las canchas, Richie McCaw sigue desparramando grandeza. De paso por Buenos Aires como embajador de Air New Zealand, que inauguró con él abordo los vuelos directos de y hacia Auckland, habló en exclusiva con LA NACION y dejó en claro por qué es una leyenda. En la cancha, 148 partidos con los All Blacks (110 como capitán, ambos récords) en 14 años de trayectoria y dos títulos mundiales alcanzan para considerarlo el mejor jugador del mejor equipo de la historia. Fuera de ella, sobran sus actos y sus dichos. "Como todos los chicos soñaba con ponerme la camiseta negra. Trabajando duro, cualquier cosa es posible", cuenta. "Fue como vivir un sueño cada día. Antes de jugar siempre me pellizcaba para darme cuenta de lo afortunado que era. En Nueva Zelanda nunca hay que dar eso por sentado".
-¿Cómo llegaron los All Blacks a ser el equipo que son hoy?
-Cuando uno llega a los All Blacks lo que se propone es dejar al equipo en un mejor estado del que estaba. Básicamente es tratar de ser mejor cada día. Tuvimos la actitud de ganar todos los partidos. Probablemente nunca se llegue a eso, pero nos llevó a lograr cosas que nadie pudo antes.
-No siempre fue así en tus 14 años con los All Blacks...
-El Mundial 2007 fue un momento significativo. Éramos un buen equipo, pero nos volvimos a casa en cuartos de final. Nos propusimos que no nos volviera a pasar eso. Aquél fue el comienzo de la construcción de una cultura en la que había que rendir según lo esperado cada semana y conseguir resultados.
-Después de ganar dos mundiales y perder tres partidos en cuatro años, ¿se sienten invencibles?
-Nunca hicimos eso. Esa fue una de las razones que nos permitió seguir ganando. Hubo algunos partidos en los que perdimos o estuvimos cerca de perder que nos recordaban que, si queríamos seguir ganando, debíamos hacer lo correcto siempre.
-Además de cómo juegan, asombra la humildad que tienen los All Blacks. ¿Es algo natural?
-Parcialmente es parte de la actitud kiwi. Pero en los All Blacks no importa si sos el mejor jugador del mundo o sos nuevo, uno está contribuyendo a ganar. Creo que es importante mantener los pies sobre la tierra sin importar quién seas. La gente lo reconoce y lo retribuye. Eso te hace seguir trabajando duro.
-Habrás tenido ofertas ¿Nunca te tentó ir a jugar a otro país?
-Amé jugar para los All Blacks desde el primer momento. Y cuanto más jugaba, más lo disfrutaba. La plata no me motiva. Incluso ahora que renuncié a los All Blacks no podría simplemente irme a jugar a otro lado a juntar plata. No le pondría la misma energía que jugando en casa.
-¿Podrán los All Blacks mantener el nivel sin vos, Dan Carter, Ma'a Nonu, Conrad Smith...?
-Nunca es fácil. Va a ser un desafío, pero tengo confianza. No es un shock, siguen los mismos entrenadores, los jugadores tienen igualmente mucha experiencia, se conocen. No van a ganar todos los partidos, pero van a esperar ganar todos los partidos.
-¿Qué pensás de la decisión de la UAR de que aquellos que jueguen en el exterior no podrán estar en el seleccionado, como ocurre en Nueva Zelanda?
-Va a alentar a los mejores jugadores a quedarse en el país. Es posible que, en el corto plazo, no puedan contar con todos los jugadores que quisieran, pero va a fortalecer las bases del rugby argentino. El ingreso en el Súper Rugby va a ser muy positivo y no hay duda de que el nivel de los jugadores aquí es excelente. Los Pumas jugaron un gran Mundial. Terminaron entre los cuatro mejores y el primer partido fue el más ajustado que tuvimos y fuimos afortunados de salir airosos. Mejoraron mucho a partir del ingreso en el Rugby Championship, le ganaron a Sudáfrica...
-Todavía no le pudieron ganar a Nueva Zelanda. ¿Por qué?
-Los Pumas demostraron que pueden ganarles a todos. excepto a los All Blacks. Siempre son partidos muy duros. Ahora saben que es un partido que pueden ganar. Cuanto más jueguen esa clase de partidos, van a ganar más seguido, estoy seguro.
-¿Cómo recordás a Jonah Lomu?
-Es una leyenda para los All Blacks y su partida fue una tristeza muy grande para la comunidad rugbística de todo el mundo. Es una súperestrella absoluta. Todavía es el más reconocido de los All Blacks y dejó de jugar hace 12 años. En lugares donde no conocían el rugby, lo hicieron a través de Jonah Lomu.
-¿Fue díficil dejar el rugby?
-Honestamente, no. Sabía al comenzar esta temporada que era más que probable, pero no quería cerrar la puerta completamente. Después del último partido [la final de Inglaterra 2015] supe que había sido suficiente. Fue una gran forma de retirarme. Es difícil elegir el momento justo, pero es verdad lo que dicen: es mejor que sea antes de tiempo y no que sea demasiado tarde.
-¿Qué vas a hacer ahora?
-Tengo algunos desafíos. Una de las cosas principales que voy a hacer es volar helicópteros. Estoy involucrado en un negocio de helicópteros en Christchurch. Tengo la licencia privada y estoy tramitando la licencia comercial. Y una de las razones por las que estoy aquí es porque soy embajador de Air New Zealand, y eso también lleva su tiempo.
-¿No vas a seguir vinculado con el rugby?
-No necesariamente, no voy a tener ningún cargo formal. Pero en el futuro me gustaría devolver algo de todo lo que el rugby me dio. No me veo siendo entrenador ni nada parecido, ciertamente no en este momento. No estoy seguro de cómo va a ser. En este momento sólo quiero tomarme un respiro del rugby.
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